La vacunación puede salvar a millones es lo mejor «humanamente posible»
La vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes de entrar en contacto con ellas.
Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.
Vacunación para protección
Tras vacunarnos, nuestro sistema inmunitario produce anticuerpos, como ocurre cuando nos exponemos a una enfermedad, con la diferencia de que las vacunas contienen solamente microbios (como virus o bacterias) muertos o debilitados y no causan enfermedades ni complicaciones.
La mayoría de las vacunas se inyectan, pero otras se ingieren (vía oral) o se nebulizan en la nariz.
Los programas mundiales de inmunización han demostrado lo que es humanamente posible cuando trabajan juntas muchas partes interesadas, incluidos jefes de Estado, organismos de salud regionales y mundiales, científicos, organizaciones benéficas, organismos de ayuda, empresas y comunidades.
Hoy la OMS, el UNICEF, Gavi y la Fundación Bill y Melinda Gates presentan la campaña conjunta «Humanamente posible» con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, evento que se repite anualmente y que se celebra este año 2024 del 24 al 30 de abril.
Vacunación impulsada mundialmente
Mediante la campaña mundial de comunicación se hace un llamamiento a los líderes mundiales para que promuevan, apoyen y financien las vacunas y los programas de inmunización en cuyo marco se proporcionan estos productos que salvan vidas, y reafirmen así su compromiso con la salud pública al tiempo que celebran uno de los mayores logros de la humanidad.
Los próximos 50 años del PAI requerirán no solo llegar a los niños que no reciben vacunas, sino también proteger a los abuelos de la gripe, a las madres del tétanos, a los adolescentes del VPH y a todos de la tuberculosis y de muchas otras enfermedades infecciosas.
«Es inspirador ver lo que las vacunas han hecho posible en los últimos 50 años, gracias a los incansables esfuerzos de Gobiernos, asociados mundiales y trabajadores de la salud por hacerlas más accesibles a más personas,» dijo el Dr. Chris Elias, presidente de Desarrollo Mundial de la Fundación Bill y Melinda Gates.
«No podemos dejar que estos increíbles avances se tambaleen. Si seguimos invirtiendo en inmunización, podemos lograr que todos los niños, y todas las personas, tengan la oportunidad de vivir una vida sana y productiva.»
La vacunación tiene controles
Todas las vacunas autorizadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las distintas fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas con regularidad tras su comercialización. Además, los científicos hacen un seguimiento constante de la información procedente de diversas fuentes en busca de indicios de que causen efectos adversos.
Es mucho más probable padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna. Por ejemplo, el tétanos puede ocasionar dolores muy intensos, espasmos musculares (por ejemplo, de músculos que se utilizan para masticar) y coágulos sanguíneos, mientras que sarampión puede inflamar el encéfalo (encefalitis) y causar ceguera. Muchas enfermedades prevenibles mediante vacunación nos pueden matar. Los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos a los que exponen, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedades y de defunciones.
Vacunación y su seguridad
Las vacunas son muy seguras. Al igual que ocurre con cualquier otro medicamento, es posible que la administración de una vacuna tenga efectos secundarios, pero estos suelen ser muy leves y de corta duración, como dolor en el brazo o fiebre moderada. Aunque existe la posibilidad de que se produzcan efectos secundarios más graves, se trata de algo muy infrecuente.
Es mucho más probable que una persona sufra un daño grave como resultado de una enfermedad que como resultado de una vacuna. Hay enfermedades prevenibles mediante vacunación, como el sarampión, la meningitis, la hepatitis B o la poliomielitis, que pueden ser mortales o causar enfermedades y discapacidades graves, generando a veces complicaciones como ceguera, sordera, parálisis, lesiones cerebrales, esterilidad, cáncer o defectos congénitos o provocando incluso la muerte de la persona.
Vigilancia de la vacunación
Como ocurre con todos los medicamentos, la seguridad de las vacunas debe estar sujeta a vigilancia continua, incluso después de los ensayos y la introducción de la vacuna.
En esta labor de vigilancia se tienen en cuenta datos procedentes de diversas fuentes, entre ellas, a escala nacional, las personas vacunadas, sus parientes o cuidadores y los trabajadores de la salud. Después se remiten los correspondientes informes a las autoridades de salud del país.
A escala regional y mundial, la OMS y el UNICEF ayudan a los países a reunir y seguir de cerca esa información y se aseguran de que los países dispongan de los más recientes datos científicos sobre las vacunas disponibles.
Fuentes;