En Sudan es impactante que 20.000 personas sean desplazadas a diario
En Sudán 20.000 personas por día son forzadas a abandonar sus hogares, la mitad de ellas menores.
Esto surge de un nuevo informe elaborado por la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El informe muestra que un 53% de las personas desplazadas son menores de 18 años y esto pone de relieve la vulnerabilidad y los inmensos desafíos que las generaciones más jóvenes deben enfrentar, las cuales suelen ser las más afectadas por los conflictos y el desplazamiento.
Más de 8,6 millones de personas fueron forzadas a abandonar sus hogares el año pasado mientras hay cada vez más enfrentamientos en el país. Entre esas personas hay muchas que antes ya habían sido desplazadas en más de una oportunidad.
La tragedia de Sudan
“Es trágico, pero Sudán con gran rapidez se ha convertido en una de las peores crisis humanitarias de todo el mundo en décadas y el conflicto que ha devorado al país está creando presión en toda la región. Millones de personas se encuentran desplazadas, hambrientas y vulnerables a la explotación y al abuso, pero su calvario es ignorado por la mayor parte del mundo”, dijo la Directora General de la OIM Amy Pope en París, en donde asiste a la Conferencia Internacional Humanitaria para Sudán y sus Vecinos.
“Imploramos a los líderes internacionales a que estén a la altura de las circunstancias, que nos ayuden a traer asistencia humanitaria a Sudán y que usen su influencia para ayudar a devolverle la paz a esta región”.
Mientras la guerra en Sudán ingresa en su segundo año, la OIM urge a que haya acciones internacionales mucho más sólidas con el propósito de ponerle fin a los enfrentamientos y promover la financiación de operaciones humanitarias que permitan responder a las necesidades cada vez mayores.
La situación en Sudán, que ya es la crisis de desplazamiento interno más grave de todo el mundo, empeora porque la respuesta humanitaria no está debidamente financiada. Solamente un 5% de los 2.700 millones de dólares EE.UU. que necesita el Plan de Respuesta Humanitaria que pretende llegar a 14,7 millones de personas han podido ser garantizados. Esta escasez de fondos pone en riesgo a la situación humanitaria que podría deteriorarse aún más.
Desde que la guerra estalló 6,6 millones de personas han sido desplazadas forzosamente dentro de Sudán. La guerra ha también interrumpido las actividades económicas y ha cortado las líneas de provisión y de asistencia, llevando a inseguridad alimentaria a escala masiva con cerca de 5 millones de personas al borde de padecer hambruna.
La gentes de Sudan huyen de la guerra
El masivo influjo de personas que buscan seguridad de los horrores de la guerra ejerce una presión increíble sobre la infraestructura y los servicios, exacerbando aún más la escasez de alimentos. Las mujeres y las jóvenes enfrentan mayores riesgos de sufrir violencia basada en género, explotación sexual y acceso a alimentos.
Los trabajadores humanitarios enfrentan inmensos desafíos para el acceso a las comunidades con necesidades en especial en zonas de intensos enfrentamientos en Jartum, Darfur, Kordofan y Aj-Jazirah, lo cual ha empeorado las necesidades y las dificultades.
En los países vecinos en donde cerca de 2 millones de personas han cruzado desde Sudán, la crisis está presionando gravemente la capacidad de los Estados para poder manejar los influjos de refugiados, retornados y nacionales de terceros países. Hasta ahora la cifra de llegadas en los países vecinos es de 730.550 en Chad, 629.902 en Sudán del Sur, 514.827 en Egipto, 119,525 en Etiopía, 29.444 en la República Centroafricana y 7.620 en Libia.
La OIM sigue brindando asistencia inmediata vital. Hasta la fecha ha logrado llegar a más de 2 millones de personas con necesidades por medio de asistencia multi sectorial esencial en todo Sudán y países vecinos, incluyendo a más de 1,6 millones dentro de Sudán.
La OIM solicita más fondos humanitarios para poder cubrir las necesidades en aumento y garantizar que se pueda brindar asistencia vital y servicios esenciales a las personas desplazadas y comunidades que las acogen. Adicionalmente, será necesario hacer esfuerzos para fortalecer la resiliencia, desarrollar las capacidades locales, promover la paz y las soluciones duraderas para las poblaciones afectadas.
Fuente; IOM